Fragmento de "Carta abierta de un escritor a la Junta Militar"

(...) "Sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace tiempo de de dar testimonios en momentos difíciles"

Rodolfo Walsh (Buenos Aires, 24 de marzo de 1977)

domingo, 31 de mayo de 2009

INFORME ESPECIAL - Drogadicción (Primera parte)

La Salud
La salud es mucho más que ausencia de enfermedad, podría llegar a definirse como aquel estado de completo bienestar físico, mental y social. Su cuidado, deterioro y su pérdida son cuestiones que están estrechamente ligadas a la vida social, riesgos ambientales, a la vida productiva, a la distribución de los recursos socioeconómicos. En definitiva, la salud está sujeta al espacio y a la organización de la vida pública. También está relacionada con el sistema político vigente; éste debe responsabilizarse por establecer prioridades y definir así, el valor que la salud de los habitantes ha de tener en las acciones que le competen.
Mientras los individuos (responsables de sus propias vidas) deben cuidar su salud y utilizar debidamente los recursos que la sociedad les brinda; el Estado, por su parte, tiene el compromiso de cuidar este derecho de la población, promover acciones de educación y garantizar a los individuos su derecho a contar con los recursos médicos y sanitarios adecuados y eficientes. Esto es lo que se conoce como salud pública.

La enfermedad
Droga es toda aquella sustancia que incorporada al organismo puede variar una o más de sus funciones. Hay drogas que son lícitas o legales: tales como el alcohol, el café, los psicofármacos, y otras que, como la cocaína, marihuana y heroína, son ilegales.
La drogadicción es el estado de alteración provocado por el consumo periódico de drogas. El individuo hace uso constante y recurrente de una droga determinada, sin la cual siente que no puede vivir; como consecuencia, se produce una situación de dependencia psíquica y/o física.





Un lugar en la ciudad de Santa Fe

REMAR es una O.N.G.D (Organización no Gubernamental de Desarrollo), asociación benéfica con orientación cristiana evangélica, sin fines de lucro. Está destinada a la rehabilitación de personas con problemas de adicción a las drogas y al alcohol.
Esta Institución funciona en todo el país. En la ciudad de Santa Fe, cuenta con tres sedes, la más importante ubicada por calle San Luis al 3088; allí se reciben a las personas necesitadas de ayuda y se llevan a cabo las tareas de acopio y venta de libros, muebles y artículos varios.
Un diálogo con Mirta, una joven colaboradora de la Organización, deja al descubierto algunos detalles de la misma.


- ¿A qué te dedicás en REMAR?

- Estoy en REMAR desde hace más de 6 años, en este momento estoy en la parte de oficina de ingresos y atendiendo un local de venta de artículos.

- ¿Hace cuánto tiempo existe esta Organización?

- REMAR nació en España hace 25 años. Acá, en la Argentina, está desde 1997, aproximadamente. En el caso de Santa Fe, hace unos 8 años.

- ¿Qué tipo de conflictos tienen las personas que se acercan al lugar en busca de ayuda?

- Aquí en Santa Fe hay mucho problema con las drogas, el alcohol, la vivienda y mujeres en situación de violencia familiar. En realidad, conflictos que están presentes en todos lados.

- Además de Santa Fe: ¿en qué otro sitio está presente REMAR?

- También hay en distintas provincias. Aquí estamos trabajando con una granja, ubicada en Santo Tomé. Allí funciona una carpintería y vive un grupo de chicos que está realizando la “segunda fase”. También tenemos otra casa de varones, de “segunda fase”, en calle Sáez Peña; y la casa de matrimonios, en calle San Juan. Acá, en Santa Fe, tenemos las oficinas y el local de venta de artículos de segunda mano y muebles realizados por los chicos en el taller de carpintería.

- ¿A qué te referís con “segunda fase”?. ¿Hay diferentes niveles por superar?

- Sí, el tratamiento se divide en dos fases. La primera, se lleva a cabo en una granja, un poco aislada de la sociedad. Allí, la persona pasa un período de adaptación, de abstinencia. Siempre con la presencia y evaluación de los responsables a cargo.

- ¿El tratamiento se hace de manera individual o grupal?

- Cada persona se trata en forma individual, no hay un tiempo de recuperación establecido. Todo depende de cómo evoluciona el paciente. Después del tiempo indicado y de haberse completado la primera instancia, la persona pasa a la segunda etapa, mencionada con anterioridad.


- Esta segunda instancia: ¿Se lleva a cabo en la Granja al igual que la primera?

- No. El paciente es trasladado a una casa en la ciudad y allí apuntamos a trabajar la reinserción social. A través de los talleres de carpintería y herrería, se produce un acercamiento a la “sociedad”. Esto sirve como preparación para el retorno del individuo a su respectiva familia, trabajo...


- En el transcurso del tratamiento, la persona: ¿mantiene contacto con la familia o está aislada?

- Al principio, está un poco aislada; recibe llamadas a partir de los 15 días posteriores a su ingreso. Las visitas se consideran de acuerdo a la evolución del paciente, siempre y cuando no sea contraproducente.

- Los resultados obtenidos hasta el momento, ¿han sido favorables?


- Sí, hasta el momento, sí. Depende siempre de los casos y del tiempo. Porque las personas a veces llegan bastante mal, y es algo totalmente fuera de control. Recibimos a gente que, como consecuencia del consumo de drogas o alcohol, ha vendido todo lo que tenía y llega con “lo puesto”. Y bueno... ni bien ingresa a la Granja, se baña, cambia de ropa y se empieza a sentir un poquito mejor.

- ¿A partir de cuándo comienzan a ver una mejoría “real”?

- En cuestión de 1 mes ya están más gorditos, se sienten bien, creen que ya pasó “todo” y empiezan a extrañar. Esto, a veces, ocasiona problemas. Muchos de ellos, están 1 mes, 2 o 3 y vuelven a sus casas. Lo que de ningún modo indica que estén rehabilitados. Eso, simplemente, es parte del proceso de cambio.
Una rehabilitación no se hace en 1 mes y menos aún, si el problema es acarreado desde hace años. En ese caso, es necesario un tratamiento un poco más extenso, de aproximadamente 1 año y medio, mínimo.

- Dada la importancia del servicio que REMAR tiene para la sociedad. ¿Cuáles son las expectativas o anhelos que persigue la Institución?

- Nuestra expectativa es poder ayudar a las personas que más necesidad tienen. Desde hace mucho tiempo se viene haciendo con los hombres, con los jóvenes. Ahora, la idea es poder ayudar también a toda la sociedad, incluídas las mamás con niños. También vamos a construir un hogar de niños. Vemos mucha necesidad y a veces, nos vemos un poco limitados.

- Cuando decís “limitados”... ¿Te referís recursos económicos?

- En parte. Porque REMAR no cobra nada; no es como otros centros que cobran cuotas mensuales. REMAR trabaja por amor a Dios y a las personas. En lo económico, no recibimos apoyo por parte del Gobierno. Entonces, se hace un poco difícil, pero ya estamos trabajando en eso también; en poder proveer los recursos para obtener el dinero necesario.

- Por último: si tuvieras que referirte a algún funcionario o al Gobierno en sí, ¿qué le pedirías?

- Apoyo en lo que fuera. Dinero, quizás, no. Podrían ayudar en muchas otras cosas, desde planes para conseguir camas, colchones, abrigos, hasta en el pago de los impuestos. Algún tipo de colaboración, que si bien no fuera dinero en efectivo, nos beneficiara en algo.

MI ALMA DOY

Dorian - ¿Quién no desearía ser por siempre joven y por siempre bello?pero es loco el pensar que hay maneras de cumplir con este sueño me confunde Henry al intentar convencerme que en un cuadro está la juventud inmortal y sé que un cuadro sufre de vejez Monalisa ya no brilla como ayer.
Es ambicioso pensar siquiera en ello mas esta idea es más que ambición es pretender yo equipararme con Dioses quienes lo han hecho malditos son riesgoso pero muy atractivo, pensar en esto me hace marear dentro una gran burbuja me explota y me dice no dudes pues esta es tu oportunidad.
Vivo pasiones con la absoluta certeza que en cada una he de ganar
a nada le temo pues siento que mi belleza es el remedio a todo mal mas contemplando esa miseria de bellos que son el hazme reír me veo tan reflejado en ellos que seré el esqueleto de algo que ha sido y no es.
No servirá lo que soy viviré y veré mi decadencia y piedad hacia mí no tendrá quien ayer me adoró entender que se irá el poder que me da mi juventud y un día seré una burla de lo que fui y ya nunca seré. Nunca dudé ni soñé ni sentí lo que me hace sufrir el pensar mi vejez mi final mi cruel ocaso infernal padecer el dolor de saber que de eso no he de escapar o quizás o tal vez puede ser que una manera de hallar para evitarlo yo, yo.
Quiere saber qué daré por lograr ser igual yo a mi cuadro y brillar más que el sol pues no habrá ni tendré yo un ocaso y será Dorian Gray lo que es y será un inmortal si es así le respondo que sé lo que por eso daré... yo mi alma doy.
Del musical "Dorian Gray - El retrato" - Pepe Cibrian/ Ángel Mahler

miércoles, 27 de mayo de 2009

Procuro olvidarte

En la entrevista que realizó Soledad Silveyra a la Presidente de la Nación (en el programa transmitido por Telefé "Un tiempo después"), aparece como testigo casual del encuentro, una botella de aceite "Cocinero". Al parecer, fue olvidada en el Despacho Presidencial, por alguna cabecita distraída. Cristina Fernández, muy sorprendida, se excusó diciendo que estaba allí desde que había exigido a las empresas que colocaran los precios de los productos en sus respectivos envases; para garantizar que no fueran alterados ulteriormente.

¿Alguien creyó en el "olvido"?

sábado, 16 de mayo de 2009

De la terraza al cielo de las letras

El 18 de mayo se cumple un año de la muerte del escritor santafesino, Horacio Rossi. El entrañable poeta había nacido el 4 de octubre de 1953.

“Yo soy poeta, señor y usted debe saber que los poetas vivimos a la vuelta de este mundo”; a esta “regla” planteada por Benedetti, Horacio Rossi le rindió homenaje. Con sus escritos creó un mundo apartado del que pisaba, quizás, más cercano al que soñaba para él y para todos.
Su voz tenía la musicalidad propia de las almas amigas, de los hombres sencillos, de los poetas enamorados e insaciables buscadores de sueños, creadores de ilusiones, lectores de realidades efímeras y eternas.
A Horacio no lo inspiraba su famosa terraza, a él lo inspiraba la vida. Su alma no era ajena al mundo que lo contenía y sin embargo transitaba un camino más tranquilo. Quizás, por vivir de ese modo y no de otra manera, era un hombre tan “cálido” en su trato, tan solidario y simpático con sus palabras y gestos.
A pocos meses de su partida, así lo recordaba su amigo, Roberto Malatesta, en una nota publicada por el diario El Litoral:

“Horacio, siempre así lo recordaré, se presentaba con una sonrisa; una sonrisa
absolutamente abierta y predispuesta a dar continuidad en el que la recibía. Fue
un tipo que supo vivir, no porque haya vilipendiado los días y gastado las
noches, esos son escapismos, decía el amigo Danilo, supo vivir porque lo hizo
del lado de la luz, porque apostó a la energía de lo positivo, porque no se dejó
abatir por tanta sombra, porque no vaciló en el hacer y el dar; porque vivió
para escribir, puesto que allí veía su misión en el mundo, "convencido y
triunfante"
Horacio Rossi fue ése que pasó escribiendo, pero su escritura no
fue un ejercicio del ego, no una maniobra del lenguaje, sino la más clara
voluntad de decir: aquí estoy, aquí estamos, y todos juntos podremos manifestar:
"Hermanos del camino: / La vida presta un turno feliz: aprovechemos".

A un año de su partida, la mejor manera de recordarlo es compartiendo un fragmento (pequeño) de su obra. El sentir de Horacio Rossi, por Horacio Rossi:

de “¡Ah!...mor”
ENCUENTRO
Escribo en la frente del día una plegaria.
El día me acompaña con sus horas serenas
y me conduce lentamente a través suyo
hacia el lugar y el momento de encontrarte.
Escribo una plegaria. Escribo que te espero.
Hoy el día se alarga y aletarga.
Se torna verdadero el Sol que, antes,
me hacía errabundear, adivinando auroras...
Desde todos los límites del Universo acuden
retazos de cielo para envolver tu esencia.
Los desentraño y tiento comprenderte
hasta que los celajes me envuelven también, mientras te busco.
Es celeste, es verde, es rojo, anaranjado;
es blanco el deseo que tengo de ti.
Tiene todos los colores del tiempo
que me ha llevado hallarte...
Tiembla la hora de nuestro encuentro.
Es que me he vestido de ella y tiembla porque yo tiemblo.
En mi marcha hacia el Sol se han sucedido las estrellas.
Una pequeña flor en mi jardín murmura,
en mi oído, una gota de tu agua clara...





miércoles, 13 de mayo de 2009

¡AH! mor


"POESÍA es lo que hace habitable al mundo. En su faz
literaria, es el
lenguaje del hombre y la mujer reencontrados, el lenguaje
de cada vez que uno es
feliz, la insuperable herencia de los pueblos, aire y
agua de luz, pan de los
momentos inolvidables.

El trabajo doméstico
es incesante. Su
principal temperamento es la alegría. La alegría de hacer
un canto digno de lo
que somos y lo que nos debemos. Con solamente lo mejor
de nosotros en el intento
y, por tanto, en el logro del poema. Al
compartirlo, se completa. Ya que darle
destino a nuestro canto, es lograrle
sentido a nuestra vida. Y ello ocurre,
agradecidamente, en el sagrado
momento del encuentro: de la voz que por escrito
habló, con la voz que leyó.
Ambas igual acaso y ojalá sonriendo"
Horacio C. Rossi

sábado, 9 de mayo de 2009

Debate abierto - Anteproyecto de ley de Radiodifusión

El pasado 7 de mayo se llevó a cabo el segundo encuentro vinculado al debate sobre el anteproyecto de ley de Radiodifusión. La convocatoria tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela Presidente Beleno de la ciudad de Santa Fe.
En esta oportunidad, los disertantes fueron: el Dr. Leandro Busatto (delegado del COMFER en Santa Fe); Aldo Quiroz (representante de FARCO – Foro argentino de radios comunitarias); Pablo Bosh (representante de FOCOS), Alberto Frutos (Locutor y Profesor del Instituto Superior Nº12) y Carlos Branca (Profesor de la carrera de Comunicación Social).
En primera instancia, el Dr. Busatto estableció una comparación entre la actual ley de Radiodifusión y los principales puntos del anteproyecto. Entre otras apreciaciones, destacó la importancia de considerar a la comunicación como un derecho humano.
Por su parte, Aldo Quiroz, hizo un breve recorrido por su historia personal desembocando en la idea de que es necesario defender los espacios de comunicación y ampliar el alcance de los mismos. Sostuvo que la “futura nueva ley” contribuiría (en uno de sus aspectos positivos) a ampliar las posibilidades laborales y el costeo de los gastos que implica tener en funcionamiento una radio comunitaria.
El locutor Alberto Frutos aprovechó el encuentro para hacer su aporte en nombre del gremio al que representa. Expuso la necesidad de establecer la diferencia entre servicios públicos y administración pública; sosteniendo que ésta última debe garantizar la efectiva prestación de los primeros. Entendiendo a la información como un servicio público y no como una mercancía.
Sobre el cierre de la exposición, hicieron sus aportes personales, Pablo Bosh y el Profesor Carlos Branca. Dejando lugar a un posterior debate de ideas con el público presente.
El encuentro, que duró aproximadamente 2 horas y media, dejó un saldo más que satisfactorio. Se brindó abundante información concerniente a la actual ley y al anteproyecto; planteándose una vez más, el debate que, en un fututo inmediato, seguirá siendo motivo de encuentro.

sábado, 2 de mayo de 2009

No te dejes caer en la tentación

La mañana huele a rocío y la bruma rellena cada espacio vacío. Hoy necesito encontrar a esa persona. Allá afuera, en la ciudad, hay alguien que espera ser descubierto. Sé con certeza que cuando el tiempo nos reúna en un mismo espacio, una voz tendrá algo para decir y se convertirá en el eco de sentimientos encarcelados.
Entro al lugar, es un espacio reducido pero repleto de objetos. Por un lado, artefactos eléctricos y muebles usados; por el otro, libros e indumentaria, también usados. Camino lento recorriendo lo desconocido, hasta que encuentro una mirada. Luego de un saludo improvisado y de una presentación desprolija, pregunto si alguien estaría dispuesto a hablar conmigo. Recibo un sí como respuesta mientras que un escritorio y dos sillas aguardan indolentes mi inesperada presencia.
“Me llamo Hugo”, responde, al mismo tiempo que su mano se estrecha con la mía en un saludo formal. Le comento el motivo de mi visita, explicándole que necesito un testimonio para reforzar los argumentos de mi trabajo. Sus ojos sonríen sorprendidos por mi interés, pero la tristeza que en ellos se refleja es insoslayable. Su rostro surcado, a pesar de la juventud, y sus manos ásperas, delatan un pasado.
Hugo no opone resistencia a mis preguntas y no deja de sorprenderme su manera de expresarse. Muy natural, espontáneo y catedrático, tan golpeado por la vida pero tan entero. Lo veo y creo. Lo escucho y creo.
Por momentos mis ojos se distraen, mi mirada se posa en cada recoveco, en las paredes. Abundan cuadros e inscripciones relacionadas con Dios, “Tus hechos hablan tan fuerte que no puedo escuchar lo que dices”, reza un cartel y el rostro de Jesús se asoma desde otra lámina. A mi costado, una multitud de calzados, seguramente también para ser vendidos; como casi todo lo que habita aquí dentro, menos la dignidad… que hasta puedo sentirla invadiendo mis pulmones.
Le pregunto, con un dejo de temor, a qué edad comenzó a consumir y cuánto tiempo estuvo sin pedir ayuda. Él me responde: “Empecé a los catorce, creo, y me drogué durante quince años, hasta que tuve que pedir ayuda”; “tengo treinta y cuatro y hace ocho años que trabajo en esta organización ayudando a los que tienen problemas de alcoholismo o con las drogas”. “En todos estos años he visto morir a más personas por el alcohol, que por las drogas, que hasta ahora tienen un freno”; “¿del Gobierno?, ¡no!, nunca vino nadie, al cincuenta por ciento no les calienta y el otro cincuenta por ciento no tiene ni idea de cómo ayudar a un drogadicto”.
Mientras el rostro de Jesús permanecía impertérrito en su sitio, dos muchachos se esmeraban en concretar ventas y desplegaban todo su arte discursiva y gestual.
La mañana ha llegado a su final. Ya es hora de retirarme. Obtuve lo que deseaba y mucho más. Hugo también obtuvo lo suyo, él pudo hablar.
Recojo mis hojas, la lapicera, unos folletos explicativos, mientras escucho estas últimas palabras: “Si en el tiempo que yo me drogaba hubiese sido legal drogarse yo me hubiera muerto”. Entonces, saco nuevamente mis hojas, mi lapicera; la ansiedad por congelar esas palabras me desespera, esas palabras son las que yo quiero anotar. Anoto y pienso: “todo lo que quería expresar en mi trabajo está acá, en las palabras de Hugo”.
Guardo por segunda vez mis cosas y agradezco la buena predisposición. Inesperadamente recibo una invitación y un ofrecimiento: “Vení cuando quieras y llamame si querés que demos una charla para difundir lo que hacemos”. Lo saludo con un beso. Las distancias se acortaron.
Me retiro del lugar con alegría. Obtuve un argumento más para mi trabajo, pero las palabras de Hugo trascendieron todo tipo de expectativas y se convirtieron en un eco que todavía resuena en mi mente.
Cae la noche; las estrellas se encienden en lo alto y es hora de descansar. El silencio aturde. Mañana tendré otra tarea, seguramente muchas más.
Mientras tanto, allá afuera (en la ciudad) alguien espera ser descubierto; una vez más.

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